La reflexología podal es una técnica milenaria terapéutica basada en la estimulación de puntos sobre los pies, denominados zonas de reflejo.
Aplicando presión en estas áreas reflejas de los pies, produce una serie de efectos específicos en otras partes del cuerpo. Es decir, hay partes y órganos del cuerpo que tienen un punto reflejo en la planta de los pies y, al estimular cada uno de estos puntos se producía una sensación de alivio.
Nuestros pies poseen conexión con todos los órganos y visceras vitales de nuestro cuerpo. La planta del pie, y el pie en su conjunto, representa en forma esquemática la totalidad del cuerpo y sus órganos.
La Reflexología sirve, para tratar y prevenir trastornos o enfermedades; también, para suministrar bienestar y relajación.
La Reflexología podal ayuda a restablecer el flujo natural del cuerpo, liberando toxinas, aliviando muchos malestares (dolores de espalda, cabeza y muelas) y problemas leves.
La estimulación de los puntos reflejos permite la liberación de endorfinas.